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Más abajo tienes un VÍDEO con extractos del contenido

fundidos en una bellísima música y en hermosas imágenes

 

La historia, fotografía e imágenes y el correspondiente vídeo han sido creados por María José Moreno

Sexta Narración de la Colección «Viajes de Ben»

La música del Vídeo pertenece al espléndido compositor Juan Carlos García

 

6ºViaje. En Semana Santa Ben visita el inmenso Anfiteatro levantado sobre el Retiro donde flamea la Llama de la Resurrección.

 

***

Ben Viaja… a Tierra Santa [6º Viaje]

 

INTRODUCCIÓN BEN  VIAJA … 

    Como cada noche, Benjamín se mete en su camita y recita su oración preferida:

    «Hola Dios, estoy muy contento. Dime muchas cosas que quiero aprender y ahora no sé porque soy pequeño. Deseo recordarlas todas, todas, y cuando sea mayor entenderlas muy bien. Gracias Dios, te quiero mucho».

    Luego cierra los ojitos y se deja mecer por un suave balanceo…

    Y va por el aire y vuela por encima de montañas y mares…

    Otras veces simplemente aparece en el lugar que esa noche visita.

    Y llega al sitio exacto que necesita.

    Después escucha…

    … Escucha la voz de su hermano mayor Imanol, y sabe que le acompañará, como siempre, en este viaje. También siente muy cerca a Papá y a Mamá y, aunque no les puede ver ni oír, sabe que estarán a su lado.

    Entonces Ben, viendo que todo es perfecto, piensa satisfecho: «Sí, quiero seguir».  

… A TIERRA SANTA 

  Una música envolvente mezclada con un sutil aroma a azucenas parece guiar la ruta que en esta ocasión se le ofrece. Está en Semana Santa, y Ben siente el tirón que le lleva a un gigantesco prado de grama y de Luz que no le resulta conocido.

    – «Te encuentras en el Retiro Etérico que hay sobre este país que se llama Israel», dice la Voz de Imanol, « y esto que ves es el Anfiteatro que han construido para estas fechas en que se halla abierto. En realidad es tan grande que mide miles de kilómetros».  

  – « ¿Qué es un Retiro Etérico?». Benjamín trata de recordar…; él ha estado ya en otros Retiros…, o, por lo menos, eso le parece, y sabe que le gustan mucho, mucho.

    – «Son lugares muy bonitos y alegres; en ellos viven y también acuden distintos Seres hechos de Luz y de Música que Cuidan de una Llama Viva, una de Esas Llamas que están hechas de Amor, ¿te acuerdas?».

    Ben las conoce y ahora evoca Su Fuerza: una Fragancia refrescante y cautivadora que le aporta Paz y ganas de hacer muchas cosas buenas.  

    – «Sí, sí que me acuerdo. A veces algunos Ángeles juegan conmigo y lo pasamos muy bien… Ima, ¡yo también quiero estar hecho de Luz y de Música! ».  

  La Voz de su hermano, risueña, le aclara que TODOS estamos hechos de Luz y Música, pero que, normalmente, no lo vemos ni escuchamos.

    – « ¿Siiii? ¿Y yo cómo sueno? ¿Por qué no me escucho? ».

    – « ¡Ah, todavía no estamos preparados para percibir nuestro Sonido Verdadero! Según vayamos aprendiendo y nos portemos cada vez mejor comenzaremos a oírlo».  

    – «Yo quiero portarme bien, Ima».

    – «Claro que sí; por eso puedes venir a estos sitios siempre que desees ver y apreciar sus Maravillas; visitándolos podrás aprender, cambiarás, y cada día crecerás y estarás más cerca de ser como Ellos». Y continúa explicando: «Este lugar ha sido levantado encima de un Templo que contiene el Foco principal de la Llama de la Resurrección».  

    El niño mira en derredor sin poder abarcar la inmensidad de su extensión.

    – « Es muy grande...». 

  – «Necesitan hacerlo así; de este modo muchos otros niños, personas mayores y diferentes seres pueden acudir aquí cada año».

    Sintiendo el mullido césped bajo sus pies, sonríe complacido:

    – « ¡Qué fresquito y verde está! ».

    Envuelto en la cálida Luz Solar, cada brizna de hierba, cada banco de mármol con sus blancos Lirios de Resurrección tallados, destella un halo de intensa Paz. Aquí y allá se observan grupos de personas acomodadas sobre el césped escuchando absortas la Voz de un Ser Glorioso que, sentado sobre uno de esos bancos, parece Instruirles. Muchos de estos Seres Luminosos, y Otros que Ben ha visto durante su estancia, visten ropajes blancos con bandas opalescentes en las mangas y borde de sus vestiduras. 

    – « ¿Qué hacen? ».

    – «Es como cuando tú estás en clase», le dice Imanol. «Estudian junto al Maestro que mejor les puede enseñar a cada uno».

    – « ¿Por eso están en grupos separados? ».

    – «Claro. Somos muy diferentes, y cada uno de nosotros necesitamos aprender aquí cosas distintas que luego nos sirven también cuando volvemos a casa».  

  El niño asiente. Es verdad que en estas visitas a los Retiros se entera de muchas cosas nuevas. Agradecido se dispone a acercarse a uno de los grupos, cuando una pelotita llega rodando hasta sus pies. Está hecha de un extraño material multicolor y parece palpitar al mismo ritmo que la suave Música que lo arropa todo. Corriendo tras ella llega un exótico y diminuto ser, tan bello y radiante como la propia pelota. Ben se la entrega y él le corresponde con una amplia sonrisa mientras se aleja.

    – «Era pequeño, como yo, ¿verdad? ».  

  Imanol le explica:

    – «Son los Seres de la Naturaleza que se encargan de restaurar los campos, purificar el aire, limpiar las aguas y de tantas otras cosas que vemos. Se hallan muy ligados a este Templo, por eso es particularmente bello. Cuando todavía son pequeños, su labor es más sencilla. Éste elemental que has visto parece estar creando flores».

    Satisfecho, Ben comienza a dirigirse, sin saber por qué, hacia lo que parece ser el centro de este impresionante paraje.

  Pronto se ve en un espacio especialmente plácido y vibrante donde una magnífica Fuente de sustancia opalescente brota abundante y cristalina, al tiempo que desprende una suave Música mezclada con el olor a azucenas que notara al llegar.

    – «Esta Fuente es un anclaje de la Llama de la Resurrección y se halla justo encima del Foco que Flamea en el Templo ubicado debajo del Anfiteatro. Ya ves lo grande y poderosa que fluye, aunque un poco más suavecita que la del Templo para que todo el mundo pueda mirarla y bañarse en Ella».

    Con una risa nacida desde dentro de su pecho, Benjamín contempla extasiado el constante manar de ese límpido Sonido y Pulsión que, en irisados matices madreperla, vitaliza cada punto de ese maravilloso lugar llegando, está seguro de ello, mucho, mucho más allá… 

    Y entonces, acunado en un plácido devenir de colores, siente los ojos cerrarse al son de una nueva Música Interior que le nace. 

...

EPÍLOGO

 

    Sus manitas frotando sus ojos le devuelven a la clara luz de la mañana.

    Ahora, enseguidita, vendrán a despertarle.

    De nuevo sentirá el amor de papá y mamá, y estará con Imanol que siempre le ayuda y juega con él, y hará muchas cosas divertidas.

    Y viendo que todo es perfecto, piensa satisfecho:

 

    «Sí, quiero seguir».  

 

FIN

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