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Más abajo tienes un VÍDEO con extractos del contenido

fundidos en una bellísima música y en hermosas imágenes


La historia, fotografía e imágenes y el correspondiente vídeo han sido creados por María José Moreno

Decimoquinta Narración de la Colección «Viajes de Ben»

La música del Vídeo pertenece al espléndido compositor Juan Carlos García

 

15ºViaje. «Desde este recinto exterior junto al Templo muchos Seres Luminosos dirigen el rítmico afluir de la Llama de la Resurrección hacia la Naturaleza».  


***

Ben Viaja… al Patio del Templo de la  Resurrección [15º Viaje] 


INTRODUCCIÓN BEN  VIAJA

    Como cada noche, Benjamín se mete en su camita y recita su oración preferida:

    «Hola Dios, estoy muy contento. Dime muchas cosas que quiero aprender y ahora no sé porque soy pequeño. Deseo recordarlas todas, todas, y cuando sea mayor entenderlas muy bien. Gracias Dios, te quiero mucho».

    Luego cierra los ojitos y se deja mecer por un suave balanceo…

    Y va por el aire y vuela por encima de montañas y mares…

    Otras veces simplemente aparece en el lugar que esa noche visita.

    Y llega al sitio exacto que necesita.

    Después escucha…

    … Escucha la voz de su hermano mayor Imanol, y sabe que le acompañará, como siempre, en este viaje. También siente muy cerca a Papá y a Mamá y, aunque no les puede ver ni oír, sabe que estarán a su lado.

    Entonces Ben, viendo que todo es perfecto, piensa satisfecho: «Sí, quiero seguir».  

… AL PATIO DEL TEMPLO DE LA RESURRECCIÓN 

    De pie en el patio externo del Templo de la Resurrección, Ben contempla encantado el juego de luces cambiantes irradiado por un grupito de personas situadas a unos metros de él; sus cuerpos brillan en hermosas tonalidades, despidiendo literalmente Rayos Luminosos de alcance variado…

    Congregados en torno a uno de los Hermanos de la Resurrección, atienden diligentes a Sus palabras asintiendo de vez en cuando con la cabeza. Están muy callados y totalmente inconscientes del divino espectáculo de Luz que protagonizan; Luz que va modificando su tono e intensidad a medida que escuchan. 

    Ben ríe de puro placer ante el moviente resplandor. En sus múltiples viajes a los Retiros de los Maestros Ascendidos ha comprobado que la Luz no solo conlleva belleza visual, sobre  todo transmite una intensa sensación de plenitud que no sabe explicarse a pesar de estar tan habituado a experimentarla.

    Y es que una de las cosas que antes se notan, y a menudo ya desde el inicio del viaje, es un cambio en la autopercepción; una liviandad e íntima alegría que electriza todo el cuerpo sellándolo en una inmensa… inmensa paz.    

    En ese momento el grupo se aleja en la dirección que el Hermano les ha sugerido y Este continúa Su camino expandiendo en derredor la fragante pureza que de Sí mana, esos mismos visos madreperla de la Llama de la Resurrección. Ben no puede dejar de mirarlo; observándolo nota que la radiante Aura que despide dicho Ser apenas si se distingue de las blancas y etéreas vestiduras que porta, con sus irisadas bandas en bajos y bocamangas.    

    Después, al fijarse en la superficie lateral del Templo que asoma por detrás de Este Hermano, maravillado descubre que de algún modo se funden, ajustándose en un mismo ritmo y armonía sonoros y de sutiles reflejos multicolor.

    Como en su anterior visita, le sobrecoge la gracia del espléndido Templo de diseño circular que parece respirar al unísono junto a aquel que se le acerca… glorioso arcoíris de ondulantes colores apenas esbozados, transmitiendo la pujante fuerza que todo hace resurgir, la Pureza ESENCIAL, verdadera naturaleza de cualquier aspecto de la vida.   

    Absorto en cuanto le rodea, el niño recorre el extenso patio que envuelve el Templo; en el interior quedan los demás recintos radiales circundando concéntricamente el Gran Salón de la Llama, zona de singular excelencia y Eje sobre el cual se sustenta el Retiro. 

    Camina lentamente, feliz. Ahora no le apetece correr ni dar saltitos ni reír a carcajadas; su mirada y andar tranquilos obedecen a un estado de profunda complacencia al percibir y vislumbrar aspectos novedosos en el funcionamiento interno de la Vida.  

   Repara en la incesante Actividad de Seres Radiantes de muy variada fisonomía y, por lo que deduce, también con muy distintas funciones. Ve cómo Estas Entidades tienden a congregarse en diversas áreas dentro del patio –cada una acondicionada para su propio fin– desde donde llevan a cabo, según le explica la Voz de su hermano, Labores de Servicio a la Naturaleza y a la Humanidad y demás evoluciones sobre la Tierra; según es el carácter de este Divino Ejercicio, así irradian en cadencia y musicalidad, en tono e impresión.     

 

  — «Fíjate, Ben», habla Imanol en su corazón, «aquí se reúnen algunas clases de Devas y otros seres del Reino Elemental, todos Ellos dedicados al resurgir de las plantas y los árboles, de las fuentes y los ríos; de cada semillita o brizna de aire, de cada rayo de sol o de las infinitas fragancias que respiras… En fin, de las estaciones de crecimiento y cosecha, y también del cuerpo físico de las personas… ¡de tu mismo cuerpecito!...».

   — « ¡Me acuerdo de uno pequeño, como yo!». Benjamín recuerda risueño la vez que se le acercó un diminuto elemental. «En primavera hacen muchas cosas bonitas, ¿verdad?».

    — « ¡Y no solo en primavera!», puntualiza Imanol. «La Llama siempre actúa. ¡Ah, Ben!, ¡con su atención crean y sostienen mucha más belleza de la que te puedas imaginar!».

    — « ¡Sí, sí que puedo!», exclama jovialmente Ben mientras señala el precioso entorno.

    — « ¡Jajaja, desde luego que sí!», ríe la Voz de su hermano.      

    — « ¿Entonces aquí nace la primavera y además se cura la gente?», pregunta Ben.  

   — «Desde este recinto exterior que hay junto al Templo muchos Seres Luminosos dirigen el rítmico afluir de la Llama de la Resurrección hacia aquellos puntos donde la Naturaleza lo necesita. Cada año son renovados muy especialmente en el nuevo ´despertar´ que traen las distintas estaciones», explica Imanol

    — «Como pasa con las plantas del ático de mamá», cavila el niño al recordar el jardín que su mamá ha creado en la azotea de su casa. Y, tras una pausa, pregunta: «Pero, ¿y qué pasa con las personas?, ¿también las curan desde aquí?».   

    — «Precisamente otra de las Actividades que se realiza en esta zona concreta del Templo es la de ocuparse de la dirección de la Llama hacia los cuerpos físicos de aquellos que REALMENTE desean la salud», le responde la Voz de Imanol.   

    Ben está silencioso. No lo entiende; sabe que muchas personas quieren estar sanas y no lo están… Mismamente su vecina Benita, a la que suele llevar la compota de pera que su mamá prepara tan bien, lleva tiempo en cama y él sabe que desea curarse…

    — «La Llama de la Resurrección SIEMPRE acude a dónde es invocada, pero muchos aún no saben ´abrirle las puertas de su corazón´», responde Imanol a su pensamiento. «Por eso es tan importante aprender el funcionamiento de la Vida y practicarlo».

    — «Aprender a usar las Llamas, ¿a que sí?», asiente Ben. 

    — «Claro, teniendo mucho cuidadito de elegir pensamientos bellos, sentir cosas muy lindas, hacer y desear en todo momento el bien, mirar y ver lo hermoso en los demás, ayudar a otros, ser pacientes… y, además, atrevernos siempre a mejorar, sabiendo que la Vida nos cuida y desea solamente lo bueno para todos nosotros», responde Imanol.

    — «Lo que pensamos y lo que hacemos son Llama», afirma alegre el niño.   

    — «La Llama está en tu corazón y te hace vivir”. La Voz de Imanol se hace más íntima. «Tú estás aprendiendo y cada vez podrás llevar más de ese Entendimiento a los demás con tu mismo ejemplo. Prepárate, Ben, ¡te quedan muchas cosas hermosas por hacer!»   

...

EPÍLOGO

 

    Sus manitas frotando sus ojos le devuelven a la clara luz de la mañana.

    Ahora, enseguidita, vendrán a despertarle.

    De nuevo sentirá el amor de papá y mamá, y estará con Imanol que siempre le ayuda y juega con él, y hará muchas cosas divertidas.

    Y viendo que todo es perfecto, piensa satisfecho:

 

    «Sí, quiero seguir».  


FIN

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