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Más abajo tienes un VÍDEO con extractos del contenido

fundidos en una bellísima música y en hermosas imágenes


La historia, fotografía e imágenes y el correspondiente vídeo han sido creados por María José Moreno

Undécima Narración de la Colección «Viajes de Ben»

La música del Vídeo pertenece al espléndido compositor Juan Carlos García

 

11ºViaje. Ben vuelve al Retiro del Templo de la Resurrección donde descubre el Poder del Amor con que Amaryllis teje la primavera  y que también habita en nuestros Corazones.


***

Ben Viaja… al Poder del Amor [11º Viaje] 


INTRODUCCIÓN BEN  VIAJA … 

    Como cada noche, Benjamín se mete en su camita y recita su oración preferida:

    «Hola Dios, estoy muy contento. Dime muchas cosas que quiero aprender y ahora no sé porque soy pequeño. Deseo recordarlas todas, todas, y cuando sea mayor entenderlas muy bien. Gracias Dios, te quiero mucho».

    Luego cierra los ojitos y se deja mecer por un suave balanceo…

    Y va por el aire y vuela por encima de montañas y mares…

    Otras veces simplemente aparece en el lugar que esa noche visita.

    Y llega al sitio exacto que necesita.

    Después escucha…

    … Escucha la voz de su hermano mayor Imanol, y sabe que le acompañará, como siempre, en este viaje. También siente muy cerca a Papá y a Mamá y, aunque no les puede ver ni oír, sabe que estarán a su lado.

    Entonces Ben, viendo que todo es perfecto, piensa satisfecho: «Sí, quiero seguir».  

… AL PODER DEL AMOR 

     Conoce el anfiteatro que tiene frente a sí. Sabe que ha vuelto a Tierra Santa, sin embargo…

    — «Ima, está distinto que el año pasado cuando vine, como ahora, por Semana Santa». Y exclama con agrado: « ¡Pero huele igual!». 

   — «Es tan sumamente extenso que casi seguro encontrarás algo diferente cada vez, no importa cuánto lo visites», la Voz de su hermano suena risueña. 

    — «Pero, además, es que no es el mismo. Cada año construyen uno nuevo, listo para cuando abre este Retiro del ´Templo de la Llama de la Resurrección´.

 

    »Ya sabes que dentro del Templo se encuentra el Foco principal de la Llama, y que levantan el anfiteatro justito encima». 

    — «Sí. Aunque no puedo verlo entero, se nota que es otro, no sé en qué», dice absorto en un mar de lo que parece hierba y que se extiende a todo su alrededor, mucho más allá de lo que su vista alcanza a ver. 

El niño está impresionado, por lo que Imanol le recuerda:   

  — «Ya sabes que los construyen tan grandes para acoger a todo el que desee venir. Muchas personas acuden por las noches, sobre todo si lo piden de corazón justo antes de irse a dormir».

    — « ¡Me gusta tanto! Quiero volver todas las noches», afirma seguro. Y, reflexionando, pregunta: «También puedo de día, ¿a que sí? ». 

    — «Desde luego, pero todavía no; con el tiempo podrás hacerlo. De momento te será más sencillo visitar cualquier Retiro Etérico aprovechando las horas de sueño, ¿comprendes?». 

    — «Claro, mejor dormido. Así no me distraigo con las cosas que me rodean o que me pasan cuando estoy despierto, ¿verdad?». Y con una rápida encogida de hombros suelta una risita y se echa a correr.  

    Sus pies descalzos sienten la vida que late en la fresca pradera. Advierte que no deja huellas, quedando el césped intacto en su lozanía tras las pisadas.

    — « ¡Pero, claro!, ¡es que son Llamas!», piensa. «La hierba, las flores, las fuentes que se ven… ¡todo está hecho de Fuego Sagrado!».

    Y al tomar conciencia de ello parece que  algo aclamara aún más alto en su interior. Cada paso vivifica en él la emoción de saberse capaz de hacer cosas hermosas, y, de algún modo, agradece más profundamente el gran Regalo que es la Vida.  

    Gira la cabeza y mira en torno a él. En medio del verde brillante destaca el multicolor contrapunto floral. Estimulado por un impulso de amor inconmensurable, se acerca a un parterre que parece cantar a través de sus vibrantes colores. 

    — «Ima, ¿por qué puedo ´escuchar´ la música del color?». 

    — «En estos lugares no escuchas sólo con los oídos externos.   

    »En realidad es todo tu cuerpo el que percibe el movimiento ondulatorio que crea sonido y luz, aromas y conocimiento… De algún modo te unes a esa gran Onda expansiva y participas de Su palpitar. ¿Te das cuenta de lo bien que te sientes? Es porque aquí la Onda se despliega libre e inmaculada. Precisamente por eso podemos ver las Llamas. Todos llevamos dentro esa Ondulación que es Universal, y sólo por ello somos capaces de amar, de comprender… incluso de crear cosas. Cuando la notamos verdaderamente pura en nosotros, podemos realizar maravillas».     

    — «Ya lo sé. Creo que yo la oigo esas veces que estoy tan contento; y entonces me porto bien y las cosas me salen, y ayudo a mamá o a mi mejor amigo o...», suspira. «Me gusta mucho ´escucharla´».

   Ben se encuentra satisfecho y vuelca su atención de nuevo en el parterre, ¡es tan bonito! Inclinándose, lo acaricia suavemente.  

    — « ¿Sabes que la primavera llega y se crea por Amor?», le dice Imanol.

    — « ¿Siiiiii? ¿Cómo puede ser?», se alza intrigado.   

   — «Existe un grandioso Ser que se ocupa de que tengamos primavera cada año, Se llama Amaryllis.   

   »La hace florecer con el Poder de la Luz que emana desde Su Corazón».

     — « ¿Ella solita?», pregunta Ben sobrecogido.

   — « ¡Oh, claro que no! Son muchos los Seres que participan en ello. Precisamente estamos en el Retiro donde se encuentra anclada esta Llama de Resurrección que lo renueva todo».      

    — « ¡La Llama de la Primavera…! Jajaja». Se ríe sintiéndose tranquilo y confiado en las manos de Amaryllis y de otras Entidades que cuidan de él y del resto de las personas; ahora sabe que también aseguran y se encargan de la primavera, de las flores, del aire… Se da cuenta de que velan por la Tierra tal y como sus papás velan por la casa y por él y por su hermano.  

    Recordando la acción de la Llama de este Retiro, calla y se queda muy quieto. Desea ´escuchar´ en su interior la Onda de la Llama de la Resurrección… 

    Repentinamente le viene una idea, y con cariño renovado vuelve a agacharse junto a las flores y las observa muy de cerca. 

      Nota su perfume, el cambiante color que visten… Desde tan cerquita puede ver claramente la sustancia opalescente que fluye en forma de pétalos, sépalos, tallitos…; nota el incesante latir de la Vida que le da prestancia y carácter. También se percata de que el sencillo hecho de estar observándolas modifica su pulsión: parecen captar el amor que ahora siente por ellas y, en un júbilo renovado, acrecientan su natural belleza.  

     Ben acaba de comprender que el amor que sale desde su propio corazón también es poderoso. Ahora sabe que amando ayuda, no sólo a las demás personas, a los animalitos, incluso a las plantas…, sino también a la Naturaleza en general, a la Vida que está en todas las partes. 

    Lleno de tan magnífica revelación vuelve a la camita que, como cada mañana, le espera para iniciar un nuevo día más inspirado que el anterior… ¡siempre más inspirado!  

...

EPÍLOGO

 

    Sus manitas frotando sus ojos le devuelven a la clara luz de la mañana.

    Ahora, enseguidita, vendrán a despertarle.

    De nuevo sentirá el amor de papá y mamá, y estará con Imanol que siempre le ayuda y juega con él, y hará muchas cosas divertidas.

    Y viendo que todo es perfecto, piensa satisfecho:

 

    «Sí, quiero seguir».   


FIN

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