Cuentos y Relatos Metafísicos
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Hace tiempo vivía lejos de su patria natal. Su innata nobleza y apertura le ayudaron a adaptarse perfectamente al nuevo entorno. En ese país pasó la primera parte de su vida, y fue precisamente donde conoció y se inició en el rumbo que determinaría y serviría de punto de partida a todo su andar durante esta encarnación en la Tierra. Después volvió a sus raíces, pero ya su conciencia se había expandido, generándose un compromiso interno que le enlazaba con toda parte de la Vida, fuera cual fuera su procedencia o su expresión. Marchó como un chiquillo y regresó como un ciudadano del mundo… o más bien podríamos decir de los mundos: un ciudadano universal, ¡un ciudadano de Dios! 

No obstante bien pronto lo descubrió. Apenas entrado en la adolescencia despertó en su corazón una especie de Intuición que le encauzó hacia una dirección en particular. Algo que ya estaba maduro dentro de sí comenzó a emerger y él, en su pronta disposición, lo  aceptó dando rápidamente un vuelco a su vida. ¡Era el Espíritu irrumpiendo a su conciencia externa que Se abría camino a través de canales variados de manifestación!

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Lo que al principio resultaba poco claro y un tanto difuso, poco a poco se fue perfilando hasta ganar la nitidez requerida para dar pasos más grandes en los cambios que hubiere de asumir. 

Fue un proceso gradual y de continuado esfuerzo que el chico pudo avivar y sostener debido a su determinación, al Espíritu que dentro de sí Actuaba y a los Maestros de Sabiduría y Seres Divinos, tan prestos SIEMPRE a ayudar al genuino estudiante y servidor de la Luz. 

Lo primero fue la lectura.

Anteriormente había leído muchos libros intentando saciar su afán de aprendizaje y búsqueda; pero cuando dio con aquellos que reconoció como vehículo de la Verdad, rápidamente se deshizo de los demás quedándose únicamente con los que SÍ le llevarían por el Camino elegido. 

También el cine se convirtió en su gran aliado. Incluso hacía partícipes a algunos amigos de su tremendo entusiasmo.  

Todo comenzó a ajustarse. La profunda gratitud que sentía hacia la Vida le abría caminos insospechados, atrayéndole hacia lugares y condiciones propicias al momento en que se hallaba. Así, le facilitó el instructor que le guiaría en los comienzos de su Sendero Espiritual y que, al poco tiempo, le ofrecería la oportunidad de formar parte de su grupo de estudio y aplicación. 

Muy jovencito aún, el devenir de las cosas le llevó de nuevo a su hogar de origen. Allí continuó una labor tan entregada y generosa que las Fuerzas Superiores, procedentes tanto de su propia Naturaleza Divina como de otros Seres, afluían cuantiosamente a él en proporción directa a lo que iba requiriendo.  

Respondiendo a la demanda del entorno y a su propia predisposición, formó un grupo espiritual con el que seguir potenciando la ininterrumpida labor de servicio en la que internamente se había comprometido; labor orientada a la contribución del paulatino despertar espiritual de la Humanidad y de todo el Planeta. 

De sus estudiantes pedía pureza de propósito y disposición para servir a la Luz.

Era un grupo de Rayo Dorado dedicado al estudio y aplicación de la Ley que rige el Universo entero. Un grupo vivo y en continuo crecimiento, tratando día a día de aumentar la eficacia de su participación dentro de ese Gran Plan de Liberación Espiritual en el que trabajan conjuntamente Seres Ascendidos y no ascendidos... 

Pero el muchacho no solo consagraba sus energías a esta hermosa tarea. 

Paralelamente continuaba escribiendo de vez en cuando libros como resultado de sus viajes a lugares sagrados, o recopilando la Palabra de los Maestros, o tratando temas diversos –consecuencia de su investigación interna– orientados a facilitar el estudio de la Enseñanza. A lo largo de los años hizo carátulas para discos compactos y para libros propios, fundó y dirigió una revista, creó instrumentos musicales, dio conciertos, colaboró con otros artistas… También ayudó a organizaciones, diseñando páginas web y portadas para sus revistas y libros entre otras cosas.

Y es que era tan plural que las magníficas alas de su creatividad se desplegaban abarcando múltiples ámbitos.  

Revelaba la Naturaleza Superior de las cosas gestando Láminas para la inspiración espiritual; bellísimas imágenes representativas de estados de conciencia superiores, de Pensamientos Forma, o de Seres Ascendidos o alguna de Sus Actividades.

Su destreza en el arte visual alcanzó un punto tal que, con el tiempo, la Vida le trajo la oportunidad de prestar uno de los más grandes servicios: 

dar a luz una Lámina identificativa del SER ajustada a la actual capacidad de entendimiento de la Humanidad; la representación de la Presencia de Dios Individualizada expresándose dentro del Universo creado por nuestro Sol Helios y Vesta.

Un excelso Mandala narrativo del viaje hacia el interior del Corazón; un sagrado Mantra visual que Irradia la Verdad del Ser y que va magnetizando más de esa Verdad con cada mirada, con cada pensamiento y sentimiento sincero que se abre a su Mensaje.

¡Esto significó su mayor aportación hasta ese momento!  

Sin embargo ya desde su tierna juventud la música había prendido su atención de modo especial, llegando a ser la faceta que acabó desarrollando más ampliamente.

Su Corazón Musical fue inundado por las Sublimes Sinfonías Cósmicas que tan generosamente desean compartir los Devas y Seres Luminosos desde los Ámbitos Eternos de los Cielos Mayores.

Encontrando en el joven una conciencia receptiva y preparada, descargaban por medio del magnetismo de su amor y entrega Sus Armoniosas Cadencias, Escalas y Colores para nacer al mundo de los pensamientos, de los sentimientos y de todo el plano tridimensional y energético del ser humano y demás Reinos sobre la Tierra.  

Música de las Esferas que él acercaba, y sigue acercando, a través de sus composiciones a ´oídos´ menos preparados que los suyos.

¡Cuánto Arte visual, auditivo…, Enseñanza verbal…! ¡Cuánta fertilidad! ¡Cuánta devoción!  

…

Hasta aquí os he relatado parte de la vida y Obra de un ser dedicado al Amor.

Paciencia, perseverancia, discreción... Cada día su propio progreso ayuda a progresar a otros; cada día el progreso de otros le hace progresar a él mismo; y, sobre todo, cada día, con su entusiasmo, sacrificio, maestría y ejemplo, colabora en la consolidación de ese Puente Dorado que conecta la Conciencia Maestra Ascendida con la transitoria percepción-emisión de una Humanidad que camina hacia la Edad Dorada permanente.  

Una porción del camino ha sido andada, ¡pero la Vida sigue! La Vida fluye en constante movimiento dándole a todo la oportunidad de crecer. El Sagrado Aliento vitaliza el Corazón de aquel que Le abre sus puertas, vertiendo los Dones que le impulsarán y conducirán hacia ese lugar Predilecto que su propio Plan Divino tiene diseñado.